Elecciones otra vez, no lo soporto
Que pereza!!! Otra campaña política. Vuelve y juega el asuntito aquél de que todos empezamos con los “comprométase con la ciudad”, “votar es participar”, “es que es su derecho y su obligación”, “si no vota, después no proteste”, “mire que es la única manera de cambiar esto”, etc. Que pereza!!!
Y no es que deteste la política o los asuntos electorales, no, de hecho amo la política y nunca – con excepción de lo que algún gobierno propuso para votar con el absurdo nombre de referendo – he dejado de ir a las urnas. Durante toda mi vida, el dia de elecciones he salido de mi casa a más tardar a las 8:30 a.m. hacia la Escuela Ramón Giraldo Ceballos con el fervor de una persona que tiene un poco introyectado su papel de ciudadano responsable.
Me da mamera esto de las elecciones porque todos cambian de piel.
Pasan de ser los indiferentes habitantes de la ciudad que no tienen ni idea quién es el Secretario de Gobierno o el Director de Planeación del Municipio, a ser los ciudadanos más comprometidos: “Es que no podemos dejar la ciudad en las manos de cualquiera”, dicen; pasan de ser unos anárquicos o descuidados transeúntes urbanos a ser los adalides de la democracia: “es que si yo no elijo, los demás eligen por mi”, aseguran y refuerzan con que “el voto debería ser obligatorio”.
Se me hace insoportable que, de repente, una buena parte de mis conciudadanos pasen de desconocer que los políticos se comportan como se comportan porque la política es el ejercicio del poder – casi siempre a como de lugar – a saber montones de política, de la noche a la mañana se hacen casi politólogos: “mirá que este no es de ningún partido”, aseguran, como si la política fueran los partidos o si los partidos fueran solamente el liberal, el conservador o el polo.
Me jarta que mis queridos amigos ciudadanos, sin conocer un solo Presidente de J.A.C. o a algún Edil y no tener ni idea qué carajos es J.A.C. o Edil o qué dice el “Plan de Desarrollo del Medellín 200X – 200X”, realicen unas evaluaciones de la gestión del Alcalde con tanta propiedad:
-“No ve que casi acaba con la ciudad”
- ¿Si?, ¿Y por qué?
- “¿Cómo que por qué?”
- “¿Es que usted no lee EL COLOMBIANO, no ve noticias, no ha visto TELEMEDELLÍN?”
- Si, pero ¿y entonces por qué casi acaba con la ciudad?
- “Pues no ve que se robó un montón de plata”
- ¿Si?, ¿Cuánta?
- “No, pues yo no sé exactamente, pero la prensa (o mi jefe, o mi primo el gerente de...) dice que es un ladrón...
Y uno se queda en las mismas. Y que quede claro: 1) no le creo mucho a los medios 2) menos aún si se trata de política 3) y menos, si lo anterior sucede en Medellín. ¿Por qué? Pues porque los medios pertenecen al gobierno o, en su defecto, los propietarios-directores son o han sido alcaldes o gobernadores (y concejales por ahí alguna vez) y hasta congresistas. Y yo si conozco un poco de medios de comunicación y su relación con la política y lo que se le ordena a los periodistas del medio es ley divina. Yo no creo en los medios de comunicación y su generación de opinión pública.
Pero dejando de lado el paréntesis de los medios digo que me jarta el asunto de la evaluación de gestión porque mi querido amigo ciudadano no tiene ni idea de que diablos es una Unidad Intermedia de Salud, ni lo que es una I.E. y eso me da tristeza.
Y entonces así se van yendo las noche y los días, con mucho tedio y yo, para no alargar más este asunto - porque ya me está agarrando el tedio con esta pose de analista político – sólo quiero manifestar que me enervan las cadenas de correos electrónicos en los que me dicen que vote por tal o por cual o que ni se me ocurra votar por fulanito o sutanito. Y simplemente me enervan porque estoy seguro de que quien creó el aviso, anuncio, la advertencia, la propaganda o como usted lo quiera llamar, tiene intereses laborales y/o económicos o, de repente, filiales, pero seguro no lo hace por el bien de la comunidad.
No soporto esos correos porque básicamente YO VOTARÉ POR QUIEN YO CONSIDERE LA MEJOR OPCIÓN PARA LA CIUDAD, con mi visión de ella y, como siempre, sin intereses personales (ni laborales, ni económicos).
P.D. Y hoy no sé por quién voy a votar porque ninguno ha planteado una sola idea sobre la ciudad, cuando lleguen las ideas, llegarán las decisiones.
Y no es que deteste la política o los asuntos electorales, no, de hecho amo la política y nunca – con excepción de lo que algún gobierno propuso para votar con el absurdo nombre de referendo – he dejado de ir a las urnas. Durante toda mi vida, el dia de elecciones he salido de mi casa a más tardar a las 8:30 a.m. hacia la Escuela Ramón Giraldo Ceballos con el fervor de una persona que tiene un poco introyectado su papel de ciudadano responsable.
Me da mamera esto de las elecciones porque todos cambian de piel.
Pasan de ser los indiferentes habitantes de la ciudad que no tienen ni idea quién es el Secretario de Gobierno o el Director de Planeación del Municipio, a ser los ciudadanos más comprometidos: “Es que no podemos dejar la ciudad en las manos de cualquiera”, dicen; pasan de ser unos anárquicos o descuidados transeúntes urbanos a ser los adalides de la democracia: “es que si yo no elijo, los demás eligen por mi”, aseguran y refuerzan con que “el voto debería ser obligatorio”.
Se me hace insoportable que, de repente, una buena parte de mis conciudadanos pasen de desconocer que los políticos se comportan como se comportan porque la política es el ejercicio del poder – casi siempre a como de lugar – a saber montones de política, de la noche a la mañana se hacen casi politólogos: “mirá que este no es de ningún partido”, aseguran, como si la política fueran los partidos o si los partidos fueran solamente el liberal, el conservador o el polo.
Me jarta que mis queridos amigos ciudadanos, sin conocer un solo Presidente de J.A.C. o a algún Edil y no tener ni idea qué carajos es J.A.C. o Edil o qué dice el “Plan de Desarrollo del Medellín 200X – 200X”, realicen unas evaluaciones de la gestión del Alcalde con tanta propiedad:
-“No ve que casi acaba con la ciudad”
- ¿Si?, ¿Y por qué?
- “¿Cómo que por qué?”
- “¿Es que usted no lee EL COLOMBIANO, no ve noticias, no ha visto TELEMEDELLÍN?”
- Si, pero ¿y entonces por qué casi acaba con la ciudad?
- “Pues no ve que se robó un montón de plata”
- ¿Si?, ¿Cuánta?
- “No, pues yo no sé exactamente, pero la prensa (o mi jefe, o mi primo el gerente de...) dice que es un ladrón...
Y uno se queda en las mismas. Y que quede claro: 1) no le creo mucho a los medios 2) menos aún si se trata de política 3) y menos, si lo anterior sucede en Medellín. ¿Por qué? Pues porque los medios pertenecen al gobierno o, en su defecto, los propietarios-directores son o han sido alcaldes o gobernadores (y concejales por ahí alguna vez) y hasta congresistas. Y yo si conozco un poco de medios de comunicación y su relación con la política y lo que se le ordena a los periodistas del medio es ley divina. Yo no creo en los medios de comunicación y su generación de opinión pública.
Pero dejando de lado el paréntesis de los medios digo que me jarta el asunto de la evaluación de gestión porque mi querido amigo ciudadano no tiene ni idea de que diablos es una Unidad Intermedia de Salud, ni lo que es una I.E. y eso me da tristeza.
Y entonces así se van yendo las noche y los días, con mucho tedio y yo, para no alargar más este asunto - porque ya me está agarrando el tedio con esta pose de analista político – sólo quiero manifestar que me enervan las cadenas de correos electrónicos en los que me dicen que vote por tal o por cual o que ni se me ocurra votar por fulanito o sutanito. Y simplemente me enervan porque estoy seguro de que quien creó el aviso, anuncio, la advertencia, la propaganda o como usted lo quiera llamar, tiene intereses laborales y/o económicos o, de repente, filiales, pero seguro no lo hace por el bien de la comunidad.
No soporto esos correos porque básicamente YO VOTARÉ POR QUIEN YO CONSIDERE LA MEJOR OPCIÓN PARA LA CIUDAD, con mi visión de ella y, como siempre, sin intereses personales (ni laborales, ni económicos).
P.D. Y hoy no sé por quién voy a votar porque ninguno ha planteado una sola idea sobre la ciudad, cuando lleguen las ideas, llegarán las decisiones.