Las bobadas del legislador
Mire usté... el virus ese se está regando por ahí por los pasillos del congreso, las asambleas y los concejos municipales. Y eso es lo que preocupa. Ya les está dando a otros – yo no sé si por pura miopía de lo político o por un poco de popularidad mediática – por legislar asuntos de esos, que para un país como Colombia, no son prioritarios.
Al representante Venus Albeiro Silva le dió ahora por legislar el uso de los ascensores, incluyendo una restricción para que los ciudadanos no los usen, con miras a reducir los riesgos de enfermedades como la obesidad, los infartos y otras... No señor Representante, ese asuntico del humor dejémoslo a Pedro González, Guillermo Díaz y los demás profesionales en ese campo. Pero entonces, si lo que le preocupa son los altos índices de enfermedades causadas por el sedentarismo, pues bueno, muy bien de su parte, pero la parte terapéutica déjesela a los médicos que para eso estudiaron.
Usted, estimado Representante, ocúpese de las políticas de fondo, no de la suplantación de quehaceres. Debería, en cambio, estar preocupado por promover proyectos que, desde lo político, defiendan el derecho a la salud pública; debería estar preocupado por buscar nuevas opciones frente a la inminente desaparición del seguro social; debería estar preocupado por cada paso que da el ministro de desprotección social que es un peligro para muchos temas de los de verdad.
Usted representante Silva, que se ha destacado por ser un luchador en temas como los derechos de las minorías étnicas, la defensa de los derechos de las comunidades LGTB, los derechos de los pobres y los desplazados, no me venga ahora con bobadas como las terapias clínicas de todos los que estamos en riesgo de un infarto. Eso no es serio.
Y ni qué decir del Concejo de Medellín, que de la mano y el cuento de un ex-torero arrepentido y ahora pío animista, se dedican a apoyar proyectos de acuerdo con un fondo ideológico y pacato, que solo llegará a una declaratoria de “Medellín Ciudad Antitaurina” y nada más. Un acuerdo municipal que ni reglamentación requiere porque es completamente inoperante, es inútil, pues en Medellín no se pueden prohibir las corridas de toros porque la ley colombiana las acepta y las legaliza.
Si eso es suficiente, pues de verdad que hay mucho trabajo por hacer: es necesario entonces comenzar a concertar acuerdos municipales que promuevan una oposición del Concejo al desempleo (Medellín Ciudad Antidesempleo o Antidesempleados), al desplazamiento (Medellín Antidesplazamiento o Antidesplazados), a la mendicidad (Medellín Antimendicidad o Antimendigos), a los embarazos de las adolescentes (Medellín Anti... no sé, cualquier cosa). Como ven, hay mucho trabajo por hacer.
Les exijo un poco de respeto señores Concejales. No es posible que ustedes, con todos los problemas por resolver que hay en este municipio, estén embarcados en esos asuntos frívolos e insubstanciales que no tienen efectos transcendentales ni en la problemática cotidiana, ni en los problemas de fondo que vive la ciudad. No señores Concejales, no nos metan los dedos a la boca haciendo campañas superfluas, mientras en las calles de esta ciudad la gente tiene que llorar para poder tener una ciudadanía digna.